Dios misericordioso, te pedimos tu amor y compasión para aquellos que atraviesan momentos de enfermedad. Lleguemos a ti en este momento con humildad y fe, pidiendo tu sanación y protección. Que tu luz ilumine sus cuerpos y sus mentes, brindándoles la fortaleza y la esperanza para superar cualquier dolencia. Amén.
Padre celestial, en ti encontramos refugio y consuelo. Nos postramos ante ti, rogando por la sanación de aquellos que se encuentran enfermos. Que tu poder divino cure cada célula y restaure la salud de nuestros seres queridos. Enfrentamos esta situación con fe, confiando en tu bondad y en tu amor infinito. Amén.
Señor de toda gracia, te pedimos que derrames tus bendiciones sobre aquellos que luchan contra la enfermedad. Que tus manos sanadoras reparen sus cuerpos, y que tu presencia les brinde paz y tranquilidad. Confiados en tu promesa de salvación, te imploramos que les concedas la salud y les des fuerza para sobrellevar este tiempo de dificultad. «No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia» (Isaías 41:10). Amén.
